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viernes, 13 de noviembre de 2009

El indio Pluma Roja

El indio Pluma  Roja

Había una vez un poblado indio situado en una gran pradera, a la orilla de un río de aguas limpias y transparentes.

El poblado estaba formado por varias tipis. Todas las tiendas parecían iguales pero había una más grande que las demás. Dentro de ella, sobre el suelo, sólo había una gran alfombra de bonitos colores y en ella se reunían  por las mañanas todos los indios de la tribu para decidir las cosas importantes que iban a realizar durante el día. Era la hora de la Asamblea.

-        Hoy iremos a jugar a la pradera, o debemos recoger leña, o iremos a cazar, o a pescar, o a recolectar frutos…

Para poder formar parte de la Asamblea había que cumplir unas normas:

-        Respetar el turno de palabra

-        Levantar la mano para hablar

-        Escuchar a los demás….

Y estar sentado con los pies cruzados , la espalda derecha y no molestar.

Pero había un indio, Pluma Roja. ( ¿Porqué le llamaban así?) que no respetaba esas normas. Siempre interrumpía, nunca se estaba quieto, no escuchaba, no levantaba la mano para hablar. Así es que un día los demás indios, cansados de su comportamiento, decidieron echarle de la tienda.

Cuando salió a la pradera no estaba preocupado. Pensó que se lo iba a pasar muy bien corriendo y saltando sobre la hierba. Y al principio así fue, pero a medida que pasaba el tiempo se aburrió y al acercarse a la tienda donde se estaba celebrando la asamblea oyó hablar y reírse a los demás. Entonces pensó que él quería estar allí  participando como todos.

-¿Qué tengo que hacer para estar ahí?. Claro, respetar las normas: debo estarme quieto, respetar el turno de palabra, levantar la mano para hablar, permanecer sentado con los pies cruzados y no molestar a los compañeros.

Dispuesto a conseguirlo se pasó largo rato entrenándose y cuando lo consiguió pidió permiso para entrar y demostrarles que ya sabía respetar las normas. Después de pedir perdón se sentó con los pies cruzados y muy calladito, sólo participó cuando tenía algo importante que decir y levantando la mano antes.

Al final de la Asamblea los demás indios estaban asombrados de lo bien que se había portado y él, que había aprendido, procuró seguir portándose bien siempre.

 

Juani  septiembre 2009.

 

 

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